Dos pastores cristianos, que iban a ser ejecutados por compartir el Evangelio en una ciudad e Medio Oriente, experimentaron una liberación sobrenatural cuanto estuvieron a punto de perder la vida.
Firos y Altaf (nombres ficticios por razones de seguridad), pastores de la iglesia Assembly of Loving God, habían compartido el Evangelio con al menos 50 musulmanes, que posteriormente se convirtieron al cristianismo. Cuando el imán de la mezquita local se enteró, formó un grupo de musulmanes para acabar con los cultos.
Los pastores fueron detenidos y llevados a la mezquita para ser obligados a regresar al Islam, pero se negaron. Esto enfureció aún más a los musulmanes, quienes los pusieron en un sótano durante tres días sin acceso a comida ni bebida.
Después de los tres días, la turba los entregó a un grupo terrorista, que los mantuvo cautivos durante nueve días. Solo podrían escapar de la muerte si rechazaban el cristianismo y ayudaban en la lucha contra los cristianos.
Un día por la mañana, los terroristas islamistas ataron a los pastores y los llevaron a un campo abierto. Allí, dos hombres se colocaron detrás de los pastores arrodillados, empuñando cuchillas afiladas.
Preparados para morir, los dos pastores miraron al cielo y vieron una visión de “Jesús sentado en un trono, rodeado de miles de ángeles en adoración”, según Bibles For Mideast. Ante esto, comenzaron a alabar a Dios en voz alta.
Los terroristas se enfurecieron con las exclamaciones de alabanza, pero justo cuando estaban a punto de decapitar a los pastores, sus cuchillos cayeron inesperadamente al suelo. Fueron presos del miedo y huyeron desarmados.
Milagrosamente, las cuerdas que ataban las piernas y las manos de los pastores se aflojaron. En lugar de levantarse, se pusieron de rodillas, alabando y agradeciendo a Dios. Luego fueron «llevados con la ayuda de ángeles» a la casa donde se reunían los miembros de la iglesia, ya que los líderes no sabían dónde estaba el nuevo lugar secreto de los cristianos, según el relato.
Cuando los cristianos vieron a los pastores y se enteraron de la liberación, se regocijaron intensamente y permanecieron en adoración de Dios durante muchas horas.